Sergio/ junio 26, 2019/ Consejos de salud

Hay hábitos que nos harán sentir mucho mejor. Te sentirás más a gusto contigo mismo.

Cuando pensamos en mejorar nuestros hábitos y nuestra salud, muchas veces pensamos en hacer más ejercicio físico. Pero mejorar la salud no pasa únicamente por eso, sino que hay sencillos hábitos del día a día que nada tienen que ver con quemar calorías y que, en cambio, garantizan que te sentirás mucho mejor.

Come más despacio.
Solemos hacerlo todo rápido, incluso comida. Y no es bueno para la salud. Se debe masticar cada bocado entre 20 y 30 veces para facilitar la digestión. Es por ello que hay que reservar un tiempo para las comidas. Además, comer más despacio hará que te sientas antes llena.

Limita las distracciones mientras comes.
No es saludable comer mientras se trabaja en el ordenador, por ejemplo, porque el cuerpo tiene problemas para priorizar la digestión cuando se está estresado. Se debe prestar atención cuando se come.

Elige productos naturales en lugar de procesados.
Los alimentos procesados ​​normalmente son ricos en sodio y azúcares añadidos, además de llevar una larga lista de ingredientes que no son los más beneficiosos para la salud. Opta por productos que se encuentran en la naturaleza, como verduras, frutas, pescado y carne.

Duerme lo necesario.
El ritmo de vida hace difícil dormir las horas que realmente necesita el cuerpo. Pero dormir lo suficiente debe ser una de las prioridades, porque es el momento en que el cuerpo se relaja y se repara.

Encuentra la manera de dejar el estrés de lado.
Un poco de estrés es saludable, pero hay que evitar lo que te provoca ansiedad, ya que te producirá problemas gastrointestinales o cardiovasculares. Para favorecer tu salud, busca hábitos que te ayuden a aligerar el estrés. Hay quien elige caminar, quien prefiere hacer ejercicio, o leer un libro. Cada uno tiene su fórmula!

Reduce el consumo de alcohol.
Beber más de la cantidad recomendada puede tener graves efectos sobre la salud, tales como aumentar la presión arterial, contribuir a dormir mal, comer en exceso … sin tener en cuenta el aumento de peso y el envejecimiento de la piel, entre otros.

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